sábado


AIRE / AIRE

Cuando los dos miembros de la pareja tienen predominio de aire, la falta de comunicación no será ningún problema, pero es posible que la relación sea más bien cerebral, sino totalmente platónica.  Pueden presentarse problemas si uno de ellos tiene más tierra o agua en su carta, porque puede parecerle la relación demasiado ligera y nada satisfactoria emocionalmente.
Es posible que dos personas de aire puedan estimularse mentalmente en gran medida al principio y que tengan una relación envidiable; pero como sus ideas se quedarán siempre en nada, con el tiempo las dos se acusarán mutuamente de “hablar mucho y hacer poco”.
Esta combinación es terriblemente romántica.  Los tres signos, Acuario, Géminis y Libra, tienen una inclinación literaria cuando dan con el amor y ponen mucho cuidado en encontrar el escenario y la atmósfera adecuados para hacer el amor.  Como, en la pareja, los dos están menos en contacto con los sentidos físicos, necesitan métodos sutiles y un ingrediente de fantasía para inducirles a la acción.
Las parejas aire / aire tienen una vida social intensa y persiguen los mismos intereses culturales e intelectuales, y aunque les encanta discutir, son menos propensos que las otras combinaciones de elementos a tener escaramuzas domésticas quisquillosas.  Como el aire es tan inquieto, sin embargo, la relación puede tener su ración de separaciones; pero con tal de que estén los dos de acuerdo a nivel de sus actividades “extramuros”, no se producirán daños duraderos por un flirteo fortuito.  Los espectadores consideran generalmente a las parejas de aire como idealmente felices, y suelen serlo de verdad.



AIRE / AGUA

El aire y el agua no son los elementos que mejor se combinan en una relación.  El aire esta desapegado de sus sentimientos, mientas el agua se deja consumir por ellos.  A pesar de todo, los tipos de aire y de agua se sienten fatalmente atraídos mutuamente, con mucha frecuencia.  Aire está fascinado por los sentimientos intuitivos de agua, por su sensibilidad y por su reserva.  El agua admira la habilidad social del aire, su capacidad de razonamiento y su agilidad mental.
Las etapas preliminares de esta relación pueden absorber totalmente a los dos elementos.  El aire intentará desenmarañar los cambios de humor irracionales de agua y el agua se sentirá cautivada por la brillantez del aire y por su conversación fascinante.  Como a los dos elementos les encanta lo romántico y las maniobras sexuales sutiles, este dúo es bastante escurridizo y difícil de captar, no solo para todos los demás, sino para los caracteres centrales mismos.  Por ello, el “noviazgo”  puede ser para estos dos elementos mas bien largo y prolongado.  Sin embargo, al cabo de mucho tiempo, comenzará a manifestarse la gran diferencia en las prioridades de estos dos elementos.
El agua necesita comprensión y estabilidad para poder funcionar bien, y es poco probable que el aire se lo pueda proporcionar.  Puede intentar razonar con el agua, pero generalmente no consigue entenderle, y la inquietud del aire se transmite por sí sola y con demasiada facilidad al agua, produciéndole inseguridad.  El aire se siente incapaz de circular libremente con las tendencias posesivas y pegadizas del agua (por muy sutiles que sean).
Por lo general, el tipo aire es el primero en darse por vencido, dejando al agua en su papel demasiado familiar de amante desdeñado.
La tendencia personal a sentirse atraído por lo que representan lo que uno le falta, a no ser que una persona posea un gran conocimiento de sí mima, puede llegar a despreciar lo que le atrajo al principio.  En la situación que estamos analizando, la fascinación de aire por el carácter sentimental del agua se convierte demasiado a menudo en crítica de su comportamiento excesivamente emocional, y la tracción de agua por el razonamiento y el vigor intelectual de aire se convierte en crítica de su forma de tratarle dura e insensible.  Sin embargo, con conocimiento de ello, esta combinación puede resultar muy fructuosa, porque aire puede modificar la hipersensibilidad de agua y enseñarle a racionalizar sus experiencias y a habérselas con el mundo en libertad, mientras el agua puede enseñar al aire la necesidad de ser sensible a los demás y enriquecer su visión teórica del mundo.



AGUA / AGUA

Con dos signos de agua en una relación no habrá ningún problema por falta de sentimientos ni por haber distancia emocional.  Efectivamente, es más bien lo contrario, porque la hipersensibilidad de cada uno hacia los sentimientos del otro puede anegar la relación.  El reforzamiento de los rasgos positivos está muy bien, pero cuando las tendencias negativas se duplican, los problemas se multiplican.  Con dos signos de agua, la inclinación aser hipersensible y temeroso para enfrentarse con los problemas puede abocar en una situación de “nosotros contra el mundo”  muy difícil de invertir.  El agua necesita distanciarse de sus propias emociones de vez en cuando, y con dos personas emotivas y sensibles eso es casi imposible.  Aunque pueden estar en contacto intuitivamente uno con otro y ser compasivos, reconfortándose mutuamente cuando las cosas van mal, se agarran el uno al otro en lugar de salir activamente al exterior, al encuentro de la dificultad.  Como el agua tiene propensión a todo tipo de fobias, los síntomas se suelen exacerbar mediante una simpatía mal entendida y preocupaciones aumentadas.
Este elemento teme el rechazo y el aislamiento más que los otros, de forma que los signos de agua tienen tendencia a colgarse de las relaciones desechadas por la seguridad emocional que les proporcionan.  Así que con dos signos de agua juntos, por muy poco satisfactoria o por muy desgraciada que sea la relación, ninguno de los dos podrá cortar el lazo.
En su aspecto más positivo, esta relación tiene una gran profundidad de comprensión y la capacidad de resistir a todo tipo de dificultades y de reveses.  Dos personas con predominio de agua pueden estar satisfechas la una con la otra durante toda su vida, en una simbiosis que parece sin esfuerzo.





CUALIDADES

Respecto a las cualidades, dos personas muy cardinales pueden volverse muy agresivas, peleándose con demasiada frecuencia por imponer cada una su ego; las personas predominantemente mutables pueden esparcir tanto sus energías que ellos también se alejen entre sí; y demasiada importancia de la cualidad fija en una pareja puede aumentar su tendencia a la obstinación y crear muchos bloqueos entre ellos.  En sinastría, es mejor tener elementos y cualidades en contraste que en conflicto.

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