sábado


EL SOL

El Sol es en astrología el principio masculino y simboliza al padre, al marido y a todo lo masculino.  Por consiguiente se expresa más concientemente en una carta masculina en general.  Por eso en una carta femenina, el Sol suele proyectarse al hombre de su vida tal como él (conscientemente) expresa lo que ella (inconscientemente) escoge no hacer.
La posición del Sol en una carta de mujer puede dar al astrólogo una idea acertada de las cualidades que busca en el hombre.


EL SOL EN LA CASA SIETE

Cuando el Sol está en la casa siete, esa persona puede dar una importancia tremenda a las relaciones.  Su auto expresión puede florecer en su relación con los otros, aunque si otros factores indican una naturaleza esencialmente insegura, no hará sino reflejar las opiniones y los rasgos personales de los demás.  Lo que fundamentalmente indica el Sol aquí es que hay un impulso innato a buscar un complementario que le dé equilibrio y, mientras no lo encuentre, su vida estará incompleta.  El que tiene el Sol en la casa siete suele ensalzar el valor y la importancia de relacionarse y de buscar armonía en las relaciones.  Aunque no se case, puede trabajar en profesiones de asesoramiento o intervenir activamente para unir a la gente.


LA LUNA

Como la Luna simboliza el principio femenino, suele tener más protagonismo en la naturaleza de la mujer que el Sol.  En una carta, el Sol y la Luna representan, respectivamente, el ser externo y el ser interno de la persona.  Los contactos entre la Luna y el Sol son, por lo tanto, excesivamente importantes en astrología, tanto en la carta natal como en la comparación de cartas.  Los signos y los aspectos armoniosos indican que se combinan con facilidad estas dos ideas, mientras los signos y aspectos conflictivos muestran que se requiere un gran esfuerzo para que la persona pueda conseguir un feliz equilibrio en su manera de ser.
En consecuencia, si una persona no puede unificar esos dos principios en su propia manera de ser (interna), le costará bastante conseguirlo en un matrimonio (externo).
Por lo tanto, si la persona tiene una experiencia constructiva de su madre y de su padre, por considerarlos equilibrados y sólidos (aunque estén separados), eso aumenta las probabilidades de que ella consiga relaciones adultas más felices.


LA LUNA EN LA CASA SIETE

Las personas que tienen la Luna en la casa siete buscan seguridad emocional en sus relaciones.  Esperan amor y aceptación incondicionales, pero suelen atraer con frecuencia parejas que juegan con sus emociones y que tienden a agobiar y proteger demasiado.  Como la Luna simboliza a la madre (entre otras cosas), las personas con la Luna en la casa siete se sienten atraídas hacia relaciones en las cuales encuentran madre o hacen ellas de madre, a veces un poco de las dos cosas.
A causa de la naturaleza inconsecuente de la misma Luna, las relaciones pueden parecer que están siempre fluyendo y sujetas a toda clase de altibajos emocionales.  Como en la casa siete suele producirse una proyección considerable, la Luna (que representa patrones instintivos inconscientes) puede hacer que la persona piense que nunca parece controlar sus relaciones.  Como aspecto positivo, la Luna en la casa siete indica que la persona tiene una gran perceptividad y una fina sensibilidad hacia el humor y los sentimientos de otras personas, lo cual es ante todo una buena característica para las relaciones íntimas.


MERCURIO

Comunicación es la palabra clave que se asigna a Mercurio para definirlo.  La función de Mercurio en astrología radica en la capacidad de percibir, de entender y de comunicar ideas.
Ciertamente, en sinastría nunca se apreciará bastante la importancia de la comunicación, pues los problemas surgidos entre dos personas sólo se pueden resolver si se comunican bien entre sí.


MERCURIO EN LA CASA SIETE

Las personas con Mercurio en la casa siete suelen buscar relaciones que les estimulen mentalmente.  A veces, su pareja es del tipo mercurial, con este planeta (o Géminis o Virgo) importantes en su carta.  Es probable que la atracción inicial se produzca hacia la creatividad mental de la pareja, hacia la compañía estimulante que le proporciona y hacia el intercambio de sus ideas combinadas.  Mercurio en la casa siete indica también que la persona puede necesitar cambio y variedad constante en sus relaciones, por lo cual Mercurio en esta posición no es siempre la mejor indicación de una relación duradera.
A pesar de la tendencia, como ya hemos visto, a proyectar el planeta de la casa siete sobre la pareja, con Mercurio en esta casa, la persona tiene la posibilidad de percibir mejor no sólo a las personas, sino a sí mismo.  De tal forma que, al implicarse con otras personas, puede encontrarse con muchos niveles de su propio ser, adquiriendo con ello una perspectiva interior mucho mayor.


VENUS

Venus, en una carta masculina, indica, por signo, por su posición en las casas y por sus aspectos, el tipo de mujer que atraerá para realizar el potencial de su propia carta.
En una carta femenina, la Luna es su propia esencia, y Venus es la forma en que vive su feminidad.
Cuando en una carta natal Venus está aspectada deficientemente, es probable que haya dificultades para conseguir plenitud y felicidad en las relaciones.  En una carta femenina, los aspectos difíciles de Venus (sobre todo de Saturno y Urano) indican que puede costarle mucho relacionarse con su función femenina.


VENUS EN LA CASA SIETE

Esta es, según la tradición, una de las mejores posiciones de Venus.  Se encuentra en la casa que rige y por consiguiente tiene mucha fuerza.  Las personas con  Venus en la casa siete desean que sus relaciones sean hermosas.  Se valora en mucho la apariencia de la relación ante el resto del mundo (la persona quiere que les consideren como una pareja perfecta).  Sin embargo, el que tenga este planeta en la casa siete puede preocuparse tanto de la perfección de sus relaciones que exagere las pequeñas imperfecciones o los incidentes, lo cual irá minando poco a poco la relación.  Aunque Venus en casa siete puede indicar una pareja atractiva y con encanto en su trato con las personas, ello no garantiza que la relación vaya viento en popa.  Una Venus mal aspectada (sobre todo por la Luna, Saturno o los planetas exteriores) puede indicar frustraciones, desengaños y retrasos en las relaciones, y hasta una pareja inferior al individuo.   A veces, quien tiene esta posición de Venus espera que su pareja realice, en su lugar, una hermosa relación, y olvida contribuir por su parte a conseguir este ideal.  Así, la pareja tendrá que ser el que se disculpe y apacigüe al sujeto.  Pero Venus bien aspectado hace mucho (a condición de que otros factores de la carta lo apoyen) y presagia relaciones armoniosas y agradables para los dos.


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