sábado


URANO

Las energías uranianas entre una pareja pueden indicar una atracción súbita magnética, pero si los dos no están preparados para dejarse totalmente libres mutuamente, esta energía puede ser bastante egoísta y destructiva en unas relaciones de pareja duraderas.


URANO EN LA CASA SIETE

Todos los planetas exteriores son “energías” difíciles de manejar y de expresar, cuando están situados en la casa siete.  Urano, que representa la libertad sin límite y lo impredecible, no se adapta muy bien a la estructura convencional del matrimonio, ni a ninguna relación de pareja duradera.  Las personas con Urano en la casa siete tienen muchas dificultades para mantener sus relaciones equilibradas; rompen y se separan con demasiada facilidad.  A veces el sujeto se siente atraído por tipos bohemios y poco convencionales que producen estragos en sus vidas.  Encontramos aquí el elemento proyección.  Un Urano aquí puede también indicar que la pareja es  Acuario o muy uraniana.
Hay un aspecto de Urano que ofrece al individuo la posibilidad de considerable crecimiento en los encuentros de persona a persona.
En ocasiones, Urano en casa siete indica que un miembro de la pareja crece más que el otro, con lo cual no hay forma de que la relación siga siendo lo que era.
Como aspecto positivo, un Urano instalado en la casa siete puede indicar la posibilidad de una relación poco corriente, en la cual los dos miembros experimentan una relación única y en la cual su experiencia compartida estimula, mutuamente, en fin de cuentas su crecimiento y su conciencia.



NEPTUNO

En una carta natal, Neptuno simboliza la capacidad del hombre para trascender las limitaciones terrenales. Así, Neptuno se convierte en la musa del artista, la inspiración del poeta y la visión interior del místico.  Sin embargo, como en el caso de Urano, estas vibraciones superiores son difíciles de incorporar, para el hombre, en la vida diaria y demasiado a menudo nos encontramos con las propiedades más negativas de este planeta.  Así, la urgencia de Neptuno de evadirse o de trascender la realidad física puede manifestarse en el abuso de las drogas o del alcohol o en la tendencia a engañar y crear caos y confusión.  Hay una línea muy fina entre ilusión y realidad, entre iluminación y autoengaño, y a la mayoría de las personas les cuesta mucho soportar la experiencia superior de Neptuno.
Los contactos de Neptuno entre una pareja muestran, por un lado, el nivel de simpatía y de compasión que hay entre ellos y, por otro lado, el grado de desengaño y de desilusión que puede socavar la relación.  Pero con cuidado y control, Neptuno puede conducir al sujeto a estados elevados de percepción y a verdaderas experiencias espirituales y visiones.


NEPTUNO EN LA CASA SIETE

Un Neptuno instalado en la casa siete puede ser la causa de muchas dificultades y de mucha confusión en la relación.  La persona con Neptuno en esta posición busca una relación ideal que le proporcione plenitud física y emocional y, lo que es más importante, algo así como la unión espiritual de las almas.  En este caso, el elemento proyección no tiene igual.  El sujeto suele ser cautivado por alguien a quien pone sobre un pedestal, sólo para encontrar después que el príncipe (o la princesa) no era más que una rana.
También suele estar presente el complejo de mártir / salvador.  El sujeto puede sentirse atraído por parejas a quien ha de “salvar” o ayudar a llevar a la plenitud su potencial, sacrificando sus propias necesidades por las de su pareja.  De esta manera, el individuo se convierte en “mártir” a favor de la relación.
Con Neptuno en esta casa siempre es posible el engaño.
Saturno, Urano, Neptuno o Plutón en esta casa representan de la forma más desafiante y más gratificante el proceso de descubrimiento interior y de crecimiento psicoespiritual.



PLUTÓN

En el mito, Plutón era el rey del mundo subterráneo y, aunque era una deidad temible y rapaz, su reino contenía inmensas riquezas y tesoros.  El paralelismo astrológico estriba en que, aunque las situaciones en que nos introduce Plutón, parecen abrumadoras y traumáticas, nos revelan importantes verdades y un conocimiento interior que enriquecen al individuo a nivel psicológico.
Los contactos de Plutón en una relación son poderosos y transformadores o violentos y destructivos, según el nivel de conciencia de los dos individuos en cuestión.  La naturaleza de Plutón suele ser compulsiva y obsesiva, y ello se refleja en la intensidad del contacto entre la pareja.  Los malos aspectos de Plutón pueden indicar luchas por el poder y conflictos del ego, pero, al igual que los buenos aspectos, siempre hay en ellos algo que transforma.


PLUTÓN EN LA CASA SIETE

No es probable que una persona con Plutón en la casa siete busque relaciones superficiales, pero puede tener dificultades considerables para establecer relaciones íntimas satisfactorias con otros.  El sujeto suele ser atraído hacia parejas poderosas y exigentes que le manipulan y controlan, aunque con maniobras sutiles.  Hay algo de fatalidad en las relaciones del sujeto y suele involucrarse intensamente y de forma muy compleja.  La pareja se convierte en el catalizador de los cambios evolutivos del sujeto en su psique.  Por desgracia, el sujeto suele ser completamente inconsciente de este proceso y sólo se da cuenta de la fuerte experiencia que supone la relación.  La oportunidad que se le ofrece consiste en hacer eso precisamente: limpiar la psique don la intensidad de una poderosa relación.
Es cierto que los efectos de Plutón en esta posición pueden ser traumáticos y que las relaciones pueden tambalearse de una crisis a otra.  Los celos, la posesividad y los juegos emotivos suelen estar presentes con esta posición.  A veces se desarrolla entre el sujeto y su pareja un elemento de desconfianza, incluso de miedo, y se vive en la relación mucha represión y mucho control.  También pude haber en las relaciones crueldad, física y mental. En efecto, la necesidad que tiene el individuo de abrirse paso entre las restricciones de su propia manera de ser, hace que piense que su pareja tiene la culpa de sus dificultades.
Aunque se habla mucho de las dificultades, Plutón en casa siete también puede indicar unas relaciones de considerable profundidad, de intensa pasión y muy duradera.  Sin embargo, sólo puede encontrar un compromiso total y la seguridad que se necesita mediante cambios personales producidos gracias al conocimiento, por el individuo, de su ser profundo.  La pareja y la relación entre ambos contribuyen en el proceso y hacen que la relación proporcione una fuente de transformación para las dos personas.



En todas las descripciones anteriores de los planetas en la casa siete se aplican los mismos factores en menor medida al signo que está situado en la cúspide de la casa cuando no hay en ella la presencia real de ningún planeta.  Así, si Libra está en el Descendente, se aplicarán las cualidades de Venus, como si estuviera situado en la casa siete, pero interpretándolo según el signo, los aspectos y la posición de Venus.

También hay que recordar que la casa siete contiene todas las relaciones y casi todo el mundo tiene más de un encuentro íntimo a lo largo de su vida.  Por ello, el simbolismo ingerente a esta casa proporciona el calor de fondo para todas las relaciones de este tipo.  Ocurre que una persona puede revelar lo mejor de esta casa, y otra lo peor.  Después de haber explorado a fondo la carta natal, teniendo en cuenta todos los planetas y todo lo que nos dice la casa siete, el astrólogo tiene una base sólida en qué apoyarse para juzgar la comparación de los dos horóscopos entre sí.


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